Sólo un poco más

Hagamos otro cuento distinto. Un cuento que no hable de mí pero que hable de vos. De vos queriéndome a mí y estando conmigo acá, conmigo, a mi lado. Un cuento en el que me hablés de vos y en el que te puedo conocer. En el que me puedo conocer. En el que me podás conocer. En el que podás conocer de mí lo que realmente soy aunque no te lo quiera mostrar y en el que a pesar de lo que te muestre me querás igual. Un cuento en el que conocerse sea lo de menos, en el que el querer sea lo único importante.

Quiero vivir en un cuento en el que te conozca tanto que ya no hará falta que me digás nada de vos, porque ya lo sabré. En el que cada gesto sería una palabra de un idioma que sólo hablamos vos y yo. Que el labio de arriba cuando tenso signifique algo distinto si está acompañado de un rápido parpadeo, o de un asentimiento, o si va en cambio simultáneo a un movimiento de hombros. Que nuestros cuerpos se comuniquen sin el estorbo de un verbo, que los suspiros sean los espacios que irían al lado de cada palabra escrita, y que cuando tengamos que gritar, solamente baste con mirarnos a los ojos y descifrar ese brillo que sólo se produce cuando la paz se disipa de tu alma.

Quiero hablar ese idioma con vos, en el que no producimos sonidos porque es un despilfarro de energía que sólo debe ser el origen de la pasión con la que nos entreguemos cada día a los brazos del otro, al pecho del otro, a los dedos del otro, a los latidos del otro. En el que cada palpitación de cada parte tuya no será más que una respuesta a mi cuerpo diciéndote te deseo un poco más...